miércoles, 30 de junio de 2010

COMO TOMAR DECISIONES EN LA EMPRESA


El tomar buenas decisiones es fundamental para el éxito de una empresa. Muchas decisiones podrían no tener grandes consecuencias en la empresa, pero muchas otras podrían significar el éxito o fracaso de ésta.


A continuación veamos un proceso compuesto por 6 etapas o pasos, que nos ayudará a tomar buenas decisiones en nuestra empresa:


1. Identificar la necesidad de decisión
En primer lugar debemos identificar la necesidad de tomar una decisión, es decir, debemos identificar una situación en donde se haga necesario el tomar una decisión.
La necesidad de tomar una decisión generalmente se da cuando se presenta un problema u oportunidad.


En esta etapa debemos definir claramente el problema u oportunidad, y asegurarnos de que somos nosotros quienes debemos tomar la decisión o, en todo caso, ver si podemos delegar la toma de dicha decisión.


2. Desarrollo de alternativas
En segundo lugar debemos hacer una lista de alternativas de decisión, es decir, una lista de alternativas que tenemos para resolver el problema, o para aprovechar la oportunidad que se ha presentando.


Para desarrollar estas alternativas, podemos hacer una lluvia de ideas entre todas las personas afectadas con el problema u oportunidad, o proponer nosotros mismos las alternativas, basándonos en la información que tengamos sobre el problema u oportunidad, y en base a nuestra experiencia.


Otra forma de hallar alternativas es analizando las decisiones que hayamos tomado anteriormente, o que otras personas o empresas hayan tomado, y tomar dichas decisiones como guía o referencia para diseñar las alternativas que necesitamos ahora.


Por ejemplo, si queremos hallar alternativas sobre estrategias de marketing que podamos usar, podemos analizar las estrategias de marketing que hayamos utilizado anteriormente, o que hayan utilizado la competencia (hayan tenido buenos o malos resultados).


3. Evaluar alternativas
Una vez que contamos con una lista de alternativas, debemos evaluar cada una de ellas. Para ello debemos analizar bien las ventajas y desventajas de cada una, y considerar las consecuencias que podrían tener en el corto y en el largo plazo.


Otra forma de evaluar las alternativas, es diseñando criterios de decisión, y asignarle un valor a cada uno de acuerdo a la importancia que tienen al momento de tomar la decisión. Por ejemplo, para la compra de una maquinaria, podríamos darle un mayor peso al criterio de “garantías” antes que al criterio de “precio”.


Luego asignamos un valor a los criterios de cada alternativa, y tomando en cuenta el peso que le hemos dado a cada criterio, hallamos la alternativa que tenga el mayor promedio.


4. Seleccionar la mejor alternativa
Una vez analizadas las alternativas propuestas, en base a dichos análisis, seleccionamos la mejor alternativa, es decir, aquella que consideramos que nos pueda brindar los mejores resultados al momento de resolver el problema, o al aprovechar la oportunidad.


Para elegir la mejor alternativa, debemos confiar en nuestra capacidad de análisis y en nuestro buen juicio.


5. Implementar la decisión
Una vez seleccionada la alternativa o decisión que vamos a tomar, debemos hacerla efectiva.
Hacer efectiva la decisión, incluye comunicar la decisión a todas las personas afectadas, y hacer que todas ellas la acepten y se comprometan a ponerla en práctica.


6. Evaluar la eficacia de la decisión
Y, finalmente, una vez que hemos puesto en práctica la decisión, debemos hacerle seguimiento, y asegurarnos de que esté dando los resultados esperados.


En caso de que ello no suceda, podemos optar por darle un mayor tiempo para que obtenga los resultados esperados o, en todo caso, debemos ser lo suficientemente responsables como para aceptar que cometimos un error, y lo suficientemente flexibles como para tomar una nueva decisión.


Notas finales
Mientras más importante sea la decisión a tomar en la empresa (por ejemplo, decisiones sobre el lanzamiento de un nuevo producto, sobre la incursión en nuevos mercados, u otras decisiones que podrían tener consecuencias en el rumbo de la empresa), mayor será el cuidado que debemos tener al momento de tomarlas (por ejemplo, podríamos considerar mayores alternativas, recabar una mayor información, tomarnos un mayor tiempo, o realizar un mayor análisis a las alternativas propuestas).


Pero, por otro lado, en ocasiones tendremos que obviar algunas de las etapas del proceso descrito anteriormente, y tener la capacidad para tomar buenas decisiones rápidamente (por ejemplo, en el caso de que sean decisiones cotidianas o rutinarias, o cuando no contemos con mucho tiempo para analizar bien la decisión).


En esos casos debemos evitar el tomarnos tanto tiempo en tomar la decisión, y confiar en nuestra experiencia y en nuestros instintos.


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COMO COMPETIR CON LAS GRNADE EMPESAS


Cuando las pequeñas empresas de pronto se ven amenazadas ante la llegada de grandes empresas, su reacción natural es entrar en pánico.
Sin embargo, a pesar de que puede ser intimidante competir con una gran empresa, no hay razón para pensar que una pequeña empresa no podría estar en la capacidad de hacer frente a una grande.


Tal como hemos visto anteriormente las pequeñas empresas presentan ventajas ante las grandes empresas, tales como un mejor acceso a información del mercado, una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios, una mayor capacidad de innovación, etc.
Por lo que si queremos competir adecuadamente con las grandes empresas, sólo es cuestión de aprovechar las ventajas que como pequeñas empresas tenemos.


A continuación veamos algunas estrategias o consejos que nos permitirán aprovechar nuestras ventajas, y así poder competir con las grandes empresas:


Asociarse con otras empresas
Una forma efectiva de competir con las grandes empresas es asociarse o crear alianzas con otras pequeñas empresas.

Por ejemplo, podemos asociarnos con otras pequeñas empresas productoras y procurar que cada empresa se ocupe de una parte de la producción, y así poder ser más eficientes; o podemos entre todas abrir una nueva planta de producción, sin necesidad de tener que dejar nuestras empresas.
Podemos también juntarnos con otras empresas y comprarle en cantidad a los proveedores, y así obtener descuentos por cantidad; o podemos compartir costos en marketing, por ejemplo, al lanzar juntos alguna campaña publicitaria, u organizar juntos algún evento o feria.


Brindar un excelente servicio al cliente
Otra forma efectiva de competir con las grandes empresa es haciendo hincapié en el servicio al cliente.


Por ejemplo, podemos procurar ofrecer una atención personalizada en donde un mismo trabajador atienda al cliente durante todo el proceso de compra; o podemos procurar asesorar al cliente en su compra, procurar en primer lugar conocer sus necesidades y preferencias, y de acuerdo a éstas, ofrecerle el producto o servicio indicado para él, aquél que mejor lo satisfaga.
Otra forma de aprovechar el servicio al cliente es manteniendo contacto con el cliente una vez realizada la venta, por ejemplo, al llamarlo para saber si está satisfecho con el producto, o al enviarle cartas o tarjetas de saludos, o algún pequeño obsequio por ser un cliente frecuente.


Segmentar el Mercado
Las grandes empresas, por lo general, suelen dirigirse a diferentes tipos de consumidores a la vez, por lo que una forma de competir con ellas, sería segmentando bien el mercado y dirigirnos a un solo tipo de consumidor.


Segmentar el mercado y apuntar a un solo tipo de consumidor nos permitirá ser más eficientes, ya que nos permitirá especializarnos en dicho tipo de consumidor, conocer mejor sus necesidades, gustos y preferencias, y así poder diseñar productos y estrategias que mejor se encarguen de satisfacer o aprovechar dichas necesidades, gustos y preferencias.


Adicionar productos o servicios que las empresas grandes no ofrezcan
Las grandes empresas, muchas veces por razones de costos o logística terminan obviando algunos productos o servicios que nosotros podríamos aprovechar para competir con ellas.


Por ejemplo, si nuestro negocio consiste en un taller de muebles, podemos ofrecer también el servicio de reparación de éstos, servio que probablemente un gran almacén no ofrezca; o si nuestro negocio consiste en una bodega, podemos vender también productos gourmet, productos que probablemente un supermercado no venda.


Tener presencia en Internet
Finalmente, otra forma de competir con las grandes empresas es teniendo presencia en Internet.
Debemos aprovechar las ventajas de Internet, algo que las grandes empresas suelen descuidar; por ejemplo, podemos crear una página web en donde podamos promocionar nuestros productos, en donde se puedan vender directamente, o en donde los clientes puedan hacer sus pedidos.

También podemos usar Internet para fomentar y mantener la comunicación con nuestros clientes, por ejemplo, al crear un boletín electrónico, o al enviarles emails de saludos o emails que contengan algunas promociones que podrían ser de su interés.


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COMO ELEGIR AL PROVEEDOR INDICADO


Elegir proveedores es una de las decisiones más importantes en una empresa. Haber elegido un buen proveedor nos asegura contar con insumos de calidad (y, por tanto, productos de calidad), nos asegura poder abastecernos de productos cada vez que lo requiramos, nos asegura que éstos llegarán a tiempo, etc.


Mientras que, por otro lado, haber elegido un mal proveedor podría significar una mala calidad en los insumos o productos, que la calidad de éstos diminuya con en el tiempo, que en algún momento puedan dejar de abastecernos con algún producto, que los productos no lleguen oportunamente, etc.


Por tanto, al momento de tener que elegir un proveedor, debemos tomarnos nuestro tiempo, analizar bien las alternativas, y elegir con cuidado. Y para ello, veamos a continuación algunos consejos que nos ayudarán a elegir al proveedor indicado:


Buscar la mayor cantidad posible de alternativas
Antes de elegir a un proveedor, debemos procurar buscar el mayor número posible de proveedores con los que podríamos contar. Mientras más importante sea el tipo proveedor que requiramos, mayores serán las alternativas que debemos buscar.


Para buscar proveedores, podemos acudir a los diarios, revistas y publicaciones especializadas, cámaras de comercio, asociaciones y gremios del sector, ferias especializadas, Internet, páginas amarillas, etc.


Podemos también consultar a otras personas o empresas que trabajen o hayan trabajado con proveedores similares a los que necesitamos, podemos consultar a los mismos trabajadores de nuestra empresa, podemos investigar los proveedores de la competencia, etc.


Informarse bien sobre un proveedor
Antes de decidirnos por un proveedor, debemos informarnos bien sobre éste. Para ello, podemos solicitarle información directamente (ya sea a sus vendedores, representantes, vía carta o email), por ejemplo, información sobre sus precios, las características de sus productos, sus facilidades de pago, sobre su experiencia, sus trabajos realizados, sus principales clientes, etc.


Podemos también visitar sus páginas web y así obtener la información que incluyan en ella. O podemos visitar sus propias instalaciones, en donde podemos observar el desempeño de su personal, su organización, su atención al cliente, su infraestructura, etc.


Buscar referencias
Otra forma de recabar información de un determinado proveedor es buscando referencias, es decir, personas o empresas que trabajen o hayan trabajado con dicho proveedor.

El contar con referencia no sólo nos permitirá obtener información de un determinado proveedor, sino que también nos permitirá conocer las impresiones, opiniones o el nivel satisfacción que han tenido o tienen estas personas o empresas con respecto al proveedor.


Elegir no sólo en base a calidad y precio
Muchas veces se suele elegir a los proveedores que simplemente ofrezcan los productos de mayor calidad a los menores precios. Sin embargo, lo indicado es que además de la calidad y el precio, tengamos en cuenta otros criterios o factores al momento de seleccionar a nuestros proveedores.


Criterios tales como facilidades de pago, pedidos mínimos, oportunidad de entrega, plazos de entrega, garantías, experiencia, reputación, organización, localización, servicio al cliente, tamaño, situación financiera, etc.


Al momento de elegir a un proveedor, debemos considerar todos estos criterios, aunque teniendo en cuenta que algunos criterios podrían tener una mayor importancia que otros para nosotros.

Ponerlo a prueba
No hay mejor manera de saber si hemos elegido al proveedor indicado que poniéndolo a prueba.
Antes de contratarlo, podemos solicitarle una muestra, hacerle un pedido y evaluar si cumplen con los plazos, contratarlos para la producción de una pequeña cantidad de productos, etc.


Pero una vez seleccionados, la prueba debe ser permanente. Debemos evaluarlos constantemente, siempre asegurándonos de que sus productos mantengan la misma calidad de siempre, que entreguen los pedidos oportunamente, que cumplan con los plazos de entrega, que cumplan con los acuerdos pactados, etc.


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PORQUE FRACASAN LAS EMPRESAS


Crear y sacar adelante una empresa no es una tarea sencilla. Se afirma que, en promedio, un 70% de éstas fracasan antes de cumplir los 3 años, y que sólo un 10% supera con éxito los 5 años.
A continuación les presentamos las 5 principales razones por las que suelen fracasar las empresas, así como algunos consejos sobre cómo podemos hacer frente a cada una de éstas razones:


1. Falta de experiencia
Crear y administrar una empresa no es algo sencillo, no es algo que se aprende de la noche a la mañana, sino que es algo que se aprende con el tiempo. Aprender a crear y gestionar una empresa requiere de teoría, pero sobre todo, de mucha práctica.


La falta de experiencia muchas veces se traduce en demasiado optimismo, en proyecciones poco realistas, en decisiones apresuradas, en una gestión ineficiente, etc.


La experiencia se adquiere con el tiempo, simplemente creando y administrando empresas. Si no contamos con mucha experiencia, lo recomendable es empezar de a poco, empezando con un pequeño negocio, asumiendo cierto riesgo, y tomando decisiones sin miedo a cometer errores o a fracasar; sabiendo que de los errores y del fracaso es de donde más se aprende.


2. Falta de capital
Otra de las razones por las que fracasan las empresas es la falta de capital. Problema que surge cuando no se ha elaborado un buen presupuesto de egresos, no se obtienen las ventas esperadas, o la empresa crece demasiado pronto y no existe suficiente dinero como para hacerse abasto.

Para hacer frente a este problema, antes de poner en marcha una empresa, lo primero que debemos hacer es elaborar un buen plan de negocios que nos permita hacer una buena proyección tanto de los egresos como de los ingresos, lo que, a su vez, nos permita calcular cuál será el requerimiento de capital necesario para poner en marcha la empresa, y para poder operarla durante los primeros meses de vida.


Otra forma de hacer frente a este problema de la falta de capital, consiste en procurar reducir al mínimo la inversión (por ejemplo, comparando bien los precios de los insumos y equipos, eligiendo bien a los proveedores, etc.), pero sin llegar a sacrificar la calidad.


3. Ventas bajas
Una razón obvia y común por la cual suelen fracasar las empresas es el bajo nivel de ventas que llegan a obtener.


Las razones por las que se obtienen ventas bajas pueden ser varias, tal vez se eligió una mala ubicación, no se segmentó debidamente el mercado, no se ofrece un producto de calidad, no se ofrece un buen servicio al cliente.


Las principales formas de combatir el problema de las ventas bajas consisten en ofrecer un producto de buena calidad, brindar un buen servicio al cliente, realizar promociones de ventas, y aumentar la publicidad.


4. Mala ubicación
Una mala elección en la ubicación de una empresa es otro de los motivos comunes por los que suelen quebrar las empresas.


La ubicacion de una empresa es un aspecto importante que debemos tomar en cuenta si queremos evitar el fracaso prematuro y, por el contrario, alcanzar el éxito.


Al elegir la ubicación del local de nuestra empresa, debemos tomarnos nuestro tiempo, buscar bien las alternativas, y elegir con cuidado, teniendo en cuenta factores tales como nuestro público objetivo, la competencia, la afluencia de público, los costos, la accesibilidad, la visibilidad, etc.


5. Excesiva competencia
Y, finalmente, otra de las principales razones por las que suelen quebrar las empresas es la excesiva competencia.


Muchas veces se crea una empresa que no cuenta inicialmente con mucha competencia; sin embargo, al poco tiempo, sobre todo si la empresa empieza a tener éxito, empiezan a surgir nuevos competidores que harán todo lo posible por arrebatarle su parte del mercado.


Las principales formas de lidirar con la competencia consisten en ofrecer un producto de buena calidad, un producto único, original, novedoso y diferente; y en brindar un excelente servicio o atención al cliente.


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INNOVAR O MORIR


Cada vez más la competencia aumenta para toda empresa, los competidores empiezan a equipararse en la calidad de sus productos, los consumidores se vuelven más exigentes, y el ciclo de vida de los productos se vuelve más corto.

Debido a todas éstas razones, es que hoy en día se hace más válida la frase: “innovar o morir”.

Si dejamos de innovar corremos el riesgo de que los consumidores se cansen de lo mismo y busquen lo novedoso en la competencia, de que nuestros competidores imiten nuestros productos y nos hagan perder nuestro liderazgo, de que surjan nuevos competidores y se apoderen fácilmente de una parte de nuestro mercado.

Por tanto, hoy en día, un requisito importante, no sólo si queremos ser competitivos o tener éxito con nuestras empresas, sino también si queremos evitar correr el riesgo de que nos saquen del mercado, es innovar constantemente.

Innovar no necesariamente significa inventar nuevos productos o desarrollar nuevas tecnologías, innovar puede significar lanzar al mercado nuevos productos, pero que no necesariamente tengan que ser productos totalmente nuevos, sino que pueden ser productos basados en los productos que ya tenemos, pero con nuevos diseños, nuevos modelos, nueva marca, nuevo logotipo, etc.

Asimismo, éstos nuevos productos pueden estar basados en los productos que ya tenemos, pero a los cuales les hayamos agregado nuevas mejoras, nuevas características, nuevas funciones, nuevas utilidades, nuevos atributos, nuevos beneficios, etc.

Por otro lado, innovar también puede significar aplicar nuevas prácticas empresariales, desarrollar procesos más eficientes, desarrollar mejoras tecnológicas, implementar nuevas formas de distribución, diseñar nuevas estrategias, diseñar nuevas promociones, etc.

Para innovar, debemos estar siempre atentos a los cambios del mercado, a las nuevas necesidades, a los nuevos gustos, las nuevas preferencias, nuevos deseos, nuevas modas, nuevas tendencias; y luego, en base a esta información, hacer uso de nuestra creatividad, y empezar a innovar.

La innovación constante quizás no nos asegure tener una posición competitiva o alcanzar el éxito, pero, hoy en día, debido sobre todo al alto número de competidores y a las altas exigencias de los consumidores, dejar de innovar nos deja con seguridad fuera del mercado.

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